No conozco la clave del éxito, pero la clave del fracaso es tratar
de complacer a todo el mundo. --Bill Cosby
Cuando nos obsesionamos con cómo queremos que los otros cambien, ponemos nuestra propia felicidad en pausa. A medida que esperamos y planificamos cómo hacer que los demás vean sus problemas, nos descuidamos a nosotros mismos. Es casi como si pensáramos que no es justo ser felices cuando otros están tristes. Pero cuando nos desprendemos afectivamente, aún nos ocupamos, aún pedimos y deseamos lo mejor, pero sabemos que los problemas de otros, les pertenecen a ellos, no a nosotros.
Hoy aceptaré el hecho de que si me desprendo con amor, nadie morirá por ello. Simplemente seré más feliz y saludable.
Cuando nos obsesionamos con cómo queremos que los otros cambien, ponemos nuestra propia felicidad en pausa. A medida que esperamos y planificamos cómo hacer que los demás vean sus problemas, nos descuidamos a nosotros mismos. Es casi como si pensáramos que no es justo ser felices cuando otros están tristes. Pero cuando nos desprendemos afectivamente, aún nos ocupamos, aún pedimos y deseamos lo mejor, pero sabemos que los problemas de otros, les pertenecen a ellos, no a nosotros.
Hoy aceptaré el hecho de que si me desprendo con amor, nadie morirá por ello. Simplemente seré más feliz y saludable.
Del libro: Nuestros mejores
días, por Nancy Hull Mast
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