He aprendido esto: No es lo que uno hace lo que está
mal, pero en lo que uno se transforma como consecuencia de ello.
--Oscar Wilde
Hay formas incontables de tomar atajos en la vida, o de aferrarse a los placeres. Podríamos hacer trampa con los impuestos, justificar grandes comilonas o mentirle a nuestro ser amado sobre dónde y con quien hemos estado. Decimos, “¡No lastimaré a nadie!” “No lo hubiese hecho si no me lo habría sugerido él.” O, “Todo el mundo lo hace.” Pero si hemos de gustarnos y respetarnos, necesitamos vivir de acuerdo a las reglas en las que creemos. Que nos atrapen o no, no es el punto. No podemos sostener valores para luego justificarlos repetidamente.
--Oscar Wilde
Hay formas incontables de tomar atajos en la vida, o de aferrarse a los placeres. Podríamos hacer trampa con los impuestos, justificar grandes comilonas o mentirle a nuestro ser amado sobre dónde y con quien hemos estado. Decimos, “¡No lastimaré a nadie!” “No lo hubiese hecho si no me lo habría sugerido él.” O, “Todo el mundo lo hace.” Pero si hemos de gustarnos y respetarnos, necesitamos vivir de acuerdo a las reglas en las que creemos. Que nos atrapen o no, no es el punto. No podemos sostener valores para luego justificarlos repetidamente.
¿Qué nos causa chapucear sobre nuestros valores constantemente?
Socava nuestra autoestima y daña la fe que tenemos en nosotros mismos. No
esperamos ser perfectos, pero tenemos que ser responsables. Si somos honestos
con nosotros mismos, admitimos nuestros errores y restablecemos nuestra
autoestima.
Hoy, tendré cuidado de hacer elecciones que se
condigan con mis valores.
Del libro: Piedras
fundamentales, Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario