Cuando una puerta se cierra, la fortuna por lo general abrirá otra.
- Fernando de Rojas
A veces,
especialmente a principios de la recuperación, nos concentramos en nuestras
pérdidas en lugar de en nuestras ganancias. Vemos un capítulo en nuestra vida que
se cierra, y lloramos. Tenemos que dejar atrás a algunos amigos, o decir adiós
a la vida social que disfrutamos. Debemos abandonar la adicción activa, que se
había convertido en nuestro mejor amigo y único consuelo. Incluso podríamos
tener que dejar a nuestras familias, por lo menos por un tiempo, con el fin de
concentrarnos en nuestras propias necesidades.
Necesitamos
hacer un duelo por todas estas pérdidas. Luego, podemos ver más claramente lo
que la recuperación nos ha traído. Por cada pérdida, hemos obtenido dones. Por
cada amigo desaparecido, tenemos la oportunidad de hacer muchos más. Toda una
vida sobria nueva nos espera cuando estemos listos para ser parte de ella.
Cuando dejamos
las comodidades falsas de la adicción, encontramos consuelo genuino en el sueño
sano y en cuerpos saludables, en días tranquilos y noches serenas. Cuando estuvimos
dispuestos a renunciar a la ira y al resentimiento, encontramos la generosidad
y el perdón hacia los demás y hacia nosotros mismos. En la recuperación, es
cierto, una puerta se ha cerrado. Sin embargo, otra puerta, mejor se ha abierto
por fin.
Hoy ayúdame
a ser agradecido por mi nueva vida. Ayúdame con mis pérdidas para que pueda
apreciar todo lo que me espera.
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