--Anónimo
Cuando hay una
brecha demasiado amplia entre los objetivos que establecemos para nosotros
mismos y nuestro logro real, surge el descontento. Si no podemos mejorar el
rendimiento, debemos reducir las demandas. Cuando somos fieles a nosotros
mismos, llegamos a esperar que sólo lo que somos capaces de hacer. A medida que
crecemos cada día en la recuperación, somos capaces de hacer más.
Lo que esperamos
de nosotros mismos, pueden cambiar al día siguiente. Es muy importante que a
través de nuestras reuniones y conversaciones con iguales, mantengamos un
estrecho control sobre nuestro desarrollo. Encontramos que la vida es para
vivirla, y se vive mejor cuando hacemos nuestros deberes cada día.
Nunca se nos da
más de lo que podemos hacer realmente. Siempre y cuando tengamos objetivos
realistas, se nos dará lo que necesitamos para tener éxito.
Hoy recordaré que
cuando mis expectativas son demasiado elevadas, me quedo estancado en mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario